Se trocea la carne, se prepara la verdura y se limpian los caracoles.
Se pone el aceite en una paellera de aproximadamente 70 centímetros y cuando esté caliente se fríe el pollo y el conejo, dándoles muchas vueltas para que se doren. Se añaden las judías verdes y las de grano tierno y se rehogan; luego, el tomate picado y el pimentón. A continuación se echa agua y se agrega el "garrofó". Se pone la sal. Se lleva a fuego vivo para que hierva; luego se baja a fuego medio, manteniéndolo hasta que la carne y los demás ingredientes estén cocidos (de 45 a 60 minutos, aproximadamente).
Se añaden los caracoles y el romero. Se pone una pizca de azafrán.
Conviene retirar un poco de caldo y aumentar la densidad del fuego. Después se echa el arroz, procurando repartirlo bien. Se mantiene a fuego vivo los diez primeros minutos y se rebaja otros diez. El grano deberá estar cocido, pero debe ofrecer todavía cierta resistencia.
Por último, al retirarse del fuego, se deja reposar durante 5 minutos aproximadamente.
La paella es el plato valenciano por excelencia, que gana en sabor cuando se guisa con fuego de leña.