En un recipiente, disolver la levadura en la leche. Si tienes una batidora amasadora, agrega primero los ingredientes líquidos y luego los sólidos. Amasa por 10 minutos.
Si lo haces a mano, crea un volcán con la harina y el azúcar. En el centro, agrega los líquidos y mezcla hasta obtener una masa manejable que puedas amasar durante 10 minutos.
Deja reposar la masa hasta que duplique su tamaño. Esto dependerá de la temperatura ambiente.
Extiende la masa en forma de rectángulo y córtala en pequeños cuadrados o rectángulos.
Derrite la mantequilla que reservaste para el rebozado. Mezcla la canela con el azúcar.
Con cada cuadrado, forma una bolita y pásala por la mantequilla derretida y luego por la mezcla de canela y azúcar. Colócalas juntas en un molde (puedes usar el de bundt cake, savarín o cualquiera que tenga un agujero en el centro), al que previamente le habrás aplicado spray desmoldante. No tengas miedo de apretarlas juntas.
Deja reposar las bolitas durante unos 45 minutos y luego hornéalas en el horno precalentado a 180°C durante 25 minutos.
¡Disfrútalas calentitas! Si te sobran para el día siguiente, puedes recalentarlas en el microondas por unos segundos y estarán como recién hechas.