Caliente el horno a 350 grados.
Lava el calabacín. Recorta los extremos y córtalos por la mitad a lo largo. Use una cuchara para raspar suavemente el centro suave y con semillas del calabacín.
Coloque las mitades de calabacín en una fuente para hornear pequeña. Vierta la salsa para pasta en mitades de calabacín. Cubra con queso mozzarella y parmesano.
Hornee durante 25 a 30 minutos o hasta que el calabacín se pueda pinchar con un tenedor y el queso esté burbujeante y dorado. Sirva caliente.
Refrigere las sobras dentro de 2 horas.