Enjuaga los garbanzos en un colador y colócalos en un procesador de alimentos o licuadora.
Agrega un poco de agua, el jugo de limón y aceite de oliva para empezar a procesar y que la licuadora funcione correctamente.
Comenzar con los secos y condimentos: agregamos el comino, la sal, la pimienta y el pimentón picante.
Procesa o licúa todos los ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea. Si la mezcla está muy espesa, puedes añadir agua de a poco (1 o 2 cucharadas a la vez) hasta alcanzar la consistencia deseada.
Prueba el hummus y empieza a agregar el tahini (o las semillas de sésamo) hasta que quede con una consistencia más firme.
Una vez que la mezcla tenga la consistencia y sabor deseados, transfiérela a un tazón o plato de servir.
Decora el hummus con un chorrito de aceite de oliva y espolvorea un poco de pimentón por encima.