Si buscás una salsa fácil, diferente y con un perfil de sabor fresco e intenso, la salsa de menta es una excelente opción. Con pocos ingredientes y una preparación simple, esta receta clásica resalta especialmente cuando se combina con carnes, aportando un contraste refrescante que eleva cualquier plato.
La clave está en dejar que los ingredientes se maceren al menos una hora, lo que permite que la menta libere todo su aroma y sabor en el vinagre. El resultado es una salsa ligera, levemente dulce y con un fondo ácido que la hace perfecta tanto para carnes calientes como frías, desde un cordero asado hasta un roast beef servido a temperatura ambiente.
¿Querés más ideas para acompañar tus platos? Probá también una salsa criolla casera, ideal para carnes a la parrilla; una vinagreta de mostaza y miel para ensaladas o verduras asadas; o una salsa chimichurri tradicional, infaltable en cualquier asado argentino.
Salsa de menta (RECETA FÁCIL)
Ingredientes
- 150 ml 1 ½ decilitro de vinagre
- 25 g de azúcar
- 40 g de menta fresca
- Pimienta molida a gusto
- Sal
Elaboración paso a paso
- Prepará esta salsa al menos una hora antes de servir, para que los sabores se integren bien.
- En un recipiente, disolvé el azúcar en el vinagre. Si el vinagre es muy fuerte, agregá una cucharada de agua para suavizarlo.
- Picá finamente las hojas de menta e incorporalas al vinagre junto con una pizca de sal y un poco de pimienta molida.
- Dejá reposar la mezcla durante una hora a temperatura ambiente.
- Serví en una salsera. Es ideal para acompañar carnes frías o calientes.
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