- 1 paquete de placas de canelón
- 1 pechuga y 1 muslo de pollo
- 300 g de setas variadas
- 1 cebolla
- 1 l de leche
- Queso rallado
- 60 g de mantequilla
- Harina, romero
- Aceite, sal, pimienta
LIMPIA LAS SETAS simplemente con un paño humedecido. Si las dejas en remojo cogen mucha agua, enseguida se reblandecen y se estropean.
CON PLACAS PRECOCIDAS Solo remójalas como te dice el fabricante; crúzalas para que no se
peguen entre ellas o vierte algo de aceite
En otoño encuentras setas de cardo, nísca- los (deliciosos con patatas o en cualquier guiso), rebozuelos, trompetas amarillas… y los sublimes boletus. Cocínalas casi recién compradas (o cogi- das), para que no se sequen ni pierdan sabor. Para conservarlas, guárdalas en la nevera en un reci- piente agujereado o
dales una vuelta en la sartén y congélalas.
Limpia el pollo con papel absorbente y sazónalo. Dora las dos piezas juntas en una sartén con aceite, baja el fuego, tapa y cocina 20 min; dale la vuelta, déjalo 15 min más y retira. Quita la piel del muslo y pica toda carne.
Retira el pie terroso de las setas, cepíllalas bien o lávalas rápidamente y sécalas. Pela la cebolla y pícala. Saltea ambas en la sartén del pollo hasta que estén blanditas, pícalas y mezcla con el pollo.
Cuece la pasta en agua consal hasta que queden al dente, escúrrelas y extiéndelas en la encimera sobre un paño. Funde la mantequilla en un cazo, añade la harina y tuéstala, removiendo. Vierte la leche caliente, cuece hasta que espese y salpimienta.
Mezcla 3 cdas. de besamel con la preparación de setas y pollo, repártelo en las placas y enrolla. Cubre los canelones con la besamel restante, espolvorea con queso rallado y gratina hasta dorar. Añade una ramita de romero y sirve.