La masa madre es un método antiguo y natural para fermentar y levar pan. Es una mezcla de harina y agua que, mediante la acción de las levaduras y bacterias presentes en el ambiente y en la propia harina, se convierte en un cultivo vivo que proporciona sabor, textura y mayor digestibilidad al pan.
Para hacer una masa madre básica, necesitarás los siguientes ingredientes:
100 g de harina de trigo integral
100 ml de agua sin cloro (preferiblemente filtrada)
Paciencia y cuidado
A continuación, te explico el proceso paso a paso para crear tu propia masa madre:
En un recipiente de vidrio o cerámica, mezcla la harina de trigo integral y el agua hasta obtener una masa espesa. Cubre el recipiente con un paño limpio y deja reposar a temperatura ambiente durante 24 horas.
Después de 24 horas, elimina la mitad de la masa madre inicial y añade otros 100 g de harina de trigo integral y 100 ml de agua fresca. Mezcla bien, cubre y deja reposar otras 24 horas.
Repite este proceso de alimentación cada 24 horas durante al menos una semana. Verás que la masa madre se volverá más activa y burbujeante a medida que las levaduras y bacterias se desarrollan.
Una vez que tu masa madre esté activa y haya adquirido un aroma agradablemente ácido, estará lista para su uso. Puedes mantenerla en la nevera, alimentándola una vez a la semana o antes de cada uso.
La masa madre se utiliza para fermentar y levar el pan. Puedes encontrar numerosas recetas de pan que requieren masa madre en lugar de levadura comercial. Además del pan, también se puede utilizar para hacer otras preparaciones de repostería, como panqueques, waffles o incluso pizza, para añadir profundidad de sabor y mejorar la textura.
Recuerda que la masa madre requiere cuidado y atención, ya que es un organismo vivo. Con práctica y experimentación, puedes lograr un pan delicioso y único gracias a la magia de la masa madre.