- 1 paquete de placas de lasaña
- 300 g de espinacas
- 1 lata de cebolla frita
- 5 latitas de bonito en aceite
- 500 ml de salsa besamel
- 100 g de salsa de tomate frito
- 100 g de queso emmental rallado
- Aceite, sal
Como luego vuelven a cocinarse en el horno, no rehogues las espi- nacas en exceso, con un par de minutos será suficiente.
Limpia las espinacas, trocea las grandes, lávalas y escúrrelas. Calienta la cebolla con su aceite en una cazuela, añade las espinacas, cocina hasta que se evapore el agua que sueltan y ajusta de sal. Agrega el bonito, escurrido y desmenuzado, mezcla hasta integrarlo y retira del fuego. Reserva unos 120 g de esta
preparación, agrega la mitad de la besamel al resto y remueve bien hasta obtener una mezcla homogénea. Precalienta el horno a 200°
Cuece las placas de pasta para que queden al dente, escúrrelas y extiéndelas sobre un paño húmedo. Cubre el fondo de una fuente con besamel, pon encima una capa de placas de pasta y cúbrela
con una capa de la besamel con espinaca y atún. Ve alternando capas hasta agotar todos los ingredientes, terminando con pasta. Cubre con tomate, besamel y la mezcla reservada, espolvorea con el
queso rallado, gratina durante unos 10 min y sirve.