¡Una buena salsa de pizza es la clave para hacer una pizza deliciosa! La salsa de pizza es una mezcla de tomate, hierbas y especias que se utiliza como base para la pizza. Aunque hay muchas variaciones de la salsa de pizza, la receta tradicional se hace con tomates pelados, ajo, orégano, albahaca y aceite de oliva. En algunas regiones, se agregan ingredientes como cebolla, pimiento y queso parmesano para darle un sabor adicional. Si quieres hacer una deliciosa salsa de pizza casera, ¡sigue nuestra receta y disfruta del auténtico sabor italiano! Y si quieres probar otras opciones de pizza, te recomendamos la «pizza napolitana«, que es una pizza clásica hecha con tomates frescos, albahaca y queso mozzarella, o la «pizza capricciosa», que tiene ingredientes como champiñones, jamón y alcachofas. ¡Explora la deliciosa variedad de pizzas que la cocina italiana tiene para ofrecer!
Salsa para pizza
Ingredients
- · Tomates maduros un kilo
- · Aceite de oliva un poquito
- · Una cebolla fresca
- · Orégano
- · Azúcar moreno una cucharadita
Instructions
- Vamos a empezar a preparar esta salsa de tomate tradicional lavando con agua muy bien los tomates, los metemos unos momentos en agua hirviendo para escaldarlos y así poder pelarlos fácilmente sin destrozar el tomate. La técnica de escaldar es muy utilizada en la cocina profesional, como hemos explicado antes consiste en introducir en un líquido hirviendo durante unos 15-30 segundos para facilitar su pelado. Una vez que los tengas pelados los cortas en trozos más bien pequeños.
- Seguidamente ponemos a calentar una sartén con unas 3 ó 4 cucharadas de aceite de oliva de buena calidad, para obtener el mejor sabor. El denominado aceite de oliva virgen extra es el aceite de más alta calidad que existe, éste se obtiene usando sólo medios mecánicos con aceitunas en buen estado, y su grado de acidez nunca excede los 0'9 grados. Pelamos la cebolla y la picamos en cuartos. Cuando el aceite esté bien caliente echamos los trozos de tomate junto a los trozos de cebolla, media cucharadita de azúcar moreno y una pizca de sal fina.
- Ponemos el fuego lento y vamos cocinando el tomate con el resto de ingredientes durante unos 25 ó 30 minutos. Debemos conseguir que el tomate se confite y casi todo el líquido que suelte se reduzca, hay que tener en cuenta que el tomate es una verdura que se compone casi en un 95% de agua y posee una pequeña cantidad de azúcares, al ponerlo a calentar en el fuego va a soltar gran cantidad de ese líquido. Es muy importante que se cocine a fuego lento, pues este proceso necesita tiempo.
- Pasado este tiempo sacamos los trozos de cebolla, que puedes aprovechar para cualquier otra receta como por ejemplo para caramelizarla. Si tomamos los trozos de cebolla que hemos pochado un rato, los cortamos en trozos o tiras finas y los cocinamos con un poquito de aceite y azúcar a fuego suave obtendremos una cebolla caramelizada estupenda para acompañar un montón de platos. Comprobamos que nuestra salsa de tomate tradicional tiene el espesor deseado, si lo prefieres puedes ahora triturarla unos segundos para que tenga una textura más suave.
¡Qué descubrimiento esta web! He probado varias recetas y todas han sido un éxito. Esta no fue la excepción, ¡una delicia absoluta!