Ingredientes (2 personas):
- 11/2 de mejillones
- 1 1/2 litro de agua
- 6 cda. de vino blanco
- laurel
- 5 cda. de aceite
- 1 cebolla
- 1 diente de ajo
- 3 cda. de harina
- 2 vasos de leche
- 8 cda. de nata líquida
- 1 yema (amarillo) de huevo
- perejil, sal y pimienta al gusto
Preparación:
Limpiar los mejillones, raspando las conchas para quitar la arena pegada y halando las barbas para arrancarlas lo más posible. Lavarlos con agua corriente en el grifo y escurrirlos.
Colóque en una cacerola el vino blanco, el laurel y un poco de sal. Agregue los mejillones, coloque la cacerola al fuego, tápela y dejar que hierva el agua para que las conchas se abran con el vapor. Resérverlos y cuele el caldo a través de un paño limpio para asegurarse de que no quede arena.
Caliente el aceite en una sartén y fría la cebolla picada muy fina y el diente de ajo. Remueva hasta que la cebolla dore. Añada el agua y el caldo de mejillones. Cocine durante diez minutos y agregue la harina disuelta en un poco de agua fría. Sazone con pimienta y cocine cinco minutos más sin dejar de mover para que no se formen grumos. Añada la leche y la nata líquida.
En la sopera donde se vaya a servir, colóque la yema, deshaciéndola con una cuchara de palo e incorpore los mejillones. Espolvoree con perejil picadito y sirva frío.